sábado, 20 de julio de 2013

Magdalenas caseras con sabor a mantequilla

Hemos tardado demasiado en publicar una nueva receta, pero os aseguramos que estas magdalenas caseras os harán olvidar esta larga espera.
Nuestra receta de magdalenas es sencilla y, elaborada con cariño en vuestras cocinas, servirá para deleitar a vuestros invitados en estos calurosos días de verano.
¿Hay algo mejor que sentarse en nuestro patio o terraza por la mañana para disfrutar de un rico desayuno?
¡Tomad nota! Estos son los ingredientes que necesitaréis:

  • 360 gramos de harina de trigo
  • 250 gramos de azúcar
  • 4 huevos
  • 170 gramos de mantequilla
  • Ralladura de limón
  • 15 gramos de levadura química
  • 60 gramos o mililitros de leche 
Para empezar blanqueamos los huevos con el azúcar, es decir, los batimos hasta que cambien de color (a más blanco) y tripliquen su volumen. Si tenéis batidora de varilla lo lograréis antes.
Una vez habéis conseguido esto, añadimos la leche junto con la ralladura de limón y lo mezclamos cuidadosamente con los huevos y el azúcar para evitar que baje la mezcla que habíamos obtenido anteriormente.


Añadimos la leche y la ralladura a los huevos blanqueados con azúcar.

A continuación tamizamos la harina y la levadura, para evitar que salgan grumos, y vamos mezclando poco a poco. Es recomendable hacerlo con una espátula para evitar que vuelvan a bajar los huevos.

Tamizamos la harina y mezclamos con cuidado.

Templamos la mantequilla, sin que se quede totalmente líquida.


Así debe quedar nuestra mantequilla.

Una vez esté como en la foto, añadimos a la mantequilla dos cucharadas de la mezcla que hemos realizado anteriormente.


Añadimos dos cucharadas de la mezcla anterior a la mantequilla.

 Ya casi terminamos con la preparación de nuestra masa de magdalenas, tan sólo falta unir la mantequilla al resto de la masa. 


Así debe quedar la masa.

¡Llegó la hora de hornear!
Repartimos la masa en sus moldes, con una manga pastelera o con una cuchara, llenándolos hasta la mitad y los introducimos en el horno, previamente calentado,  a 250 grados durante 6 minutos.  Una vez pasados esos 6 minutos, bajamos la temperatura del horno a 200 grados y seguimos horneando hasta que queden doradas (el tiempo varía dependiendo del horno y de tamaño de los moldes o cápsulas que hayamos utilizado).




Recién salidas del horno.
 Ahora tan sólo tenemos que esperar el momento adecuado para prepararnos un aperitivo dulce, desayuno o merienda.
¡A disfrutar!



Acompañadas de leche y zumo se convierten en un desayuno completo.



El ranking de nuestros lectores